“La religión que Dios nuestro Padre acepta como pura y sin mancha es esta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en sus aflicciones, y guardarse de ser contaminado por el mundo” (Santiago 1:27).
“Comparte con el pueblo de Dios que está en necesidad. Practica la hospitalidad” (Rom. 12:13).
“…Pero cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos, y serás bendecido. Aunque ellos no puedan pagarte, te será recompensado en la resurrección de los justos” (Lucas 14:13-14).
“Si hay un pobre entre tus hermanos en alguna de las ciudades de la tierra que el Señor tu Dios te da, no seas duro de corazón ni mezquino con tu hermano pobre. Más bien, sé generoso y préstale de buena gana todo lo que necesite” (Dt. 15:7-8).
“Siempre habrá gente pobre en la tierra. Por tanto, te mando que seas generoso con tus hermanos y con los pobres y necesitados de tu tierra” (Deut. 15:11).
“¿No es este el tipo de ayuno que he elegido: desatar las cadenas de la injusticia y desatar las cuerdas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper todo yugo? ¿No es compartir tu comida con el hambriento y dar cobijo al pobre vagabundo, cuando ves al desnudo, vestirlo y no apartarte de tu propia carne y sangre? (Is. 58:6-7).
Jesús era esenio. Ellos eran una perfecta sociedad comunista.