Cualquier olor que no me agrade.

Había un hombre que me gustaba mucho, era mi profesor de terapias alternativas, en ese tiempo él se hizo novio de una de mis compañeras y pueees solo me quedé como el chinito “milando”. Años después acudí a su consultorio para una terapia. Estaba soltero y yo le gustaba, así que me invitó a salir. Yo feliz feliz, peeeero llegó en un carro antiguo que pertenecía a su padre, bonito el auto y supercuidado, pero tenía un horrible olor a humedad, el cual me provocó alergia. Se me constipó la nariz y el romance se acabó jaja.